UNA HISTORIA INUSUAL
Una noche tranquila, mientras Xena y Gabrielle dormían bajo el brillo de la luna y las estrellas Afrodita apareció silenciosamente y con esa sonrisa pícara decidió tomar todos los pregaminos de Gabrielle y decía en voz baja: siempre quise leer sus pergaminos, así que los tomaré prestados....no se enterará pues se los devolveré antes que despierten..... luego, enviándoles un beso desapareció.
Pero para mala suerte en su desaparición, los pergaminos también desaparecieron y se dispersaron por todos los rincones del planeta... desesperada Afrodita intentó recuperarlos pero no lo consiguió así que pidió la ayuda de Ares, Atenea, y los demás dioses del Olimpo pero todos se rehusaron a ayudarla...
Sin más remedio, tuvo que convencer (sin tanto esfuerzo) a los ejércitos de hombres de todas partes del mundo para que buscaran los pergaminos....para hacer su tarea más fácil y rápida les dijo: yo los llevaré a cualquier parte del mundo y ustedes, al encontrar los pergaminos, tendrán que beber esta poción para que regresen instantáneamente a mí todos los guerreros a una sola voz le dijeron ¡sí Afrodita! Y los hizo desaparecer a todos....esto tiene que funcionar.... después de todo, los hombres siempre han sido de gran ayuda para mí, dijo Afrodita. Y así sucedió, en un instante todos los guerreros regresaron con pergaminos entre sus manos. Afrodita estaba muy contenta, los juntó todos y fue cuando se percató que faltaba uno que a diferencia de los demás era un pergamino resplandeciente, Gabrielle se dará cuenta que le falta ese pergamino.... ¡ es diferente a los demás! Dijo Afrodita, así que le agradeció a los hombres dándoles un encantador beso y desapareció nuevamente para buscar el último pergamino.
Recorrió todos los lugares donde Xena y Gabrielle habían estado, pero no tuvo éxito ni en toda Grecia, ni en Roma ni en la India..... ¿Dónde estará ese pergamino? Se preguntó angustiada, cansada de buscar regresó a su templo... allí encontró a Joxer durmiendo en el suelo ¡con el pergamino entre sus brazos!, enojada lo despertó y le dijo: ¿Qué haces en mi templo!!! ... miró el pergamino y le siguió diciendo: no sabes a todo lo que he hecho por buscar ese pergamino, ¡dámelo! Afrodita le quitó el pergamino a Joxer, que aún no sabía lo que estaba pasando (estaba medio dormido).... en eso abrió bien los ojos y vio a Afrodita frente a él, muy enojada e impaciente y dijo: Afrodita! ¡Qué sorpresa!, ¿me estabas hablando de un pergamino?, ¿qué pergamino? ¿uno de gabrielle? porque yo.....
Afrodita lo interrumpió y le dijo: olvídalo tonto, ahora sal de mi templo!!....
Joxer: está bien, está bien ya me voy....abrió la puerta y salió, pero cuando estaba bajando las escaleras se tropezó con su otro pie y cayó.... el golpe fue tan duro que no se levantó y más bien siguió durmiendo!...
Afrodita dentro de su templo estaba contenta porque había reunido todos los pergaminos y ya los iba a devolver, pero le dio curiosidad por leer ese último pergamino que tantos problemas le había causado así que ya bien acomodada en su trono, decidió leerlo, en él decía:
Esto sucedió luego de que Xena y yo fuésemos crucificadas por orden del César, antes de viajar por el cielo y por el infierno, fue una historia inusual...
Ambas salimos desde el fondo de un lago, frente a cientos de nativos con vestimentas extrañas que asombrados por el suceso, nos hacían reverencias y oraban en un idioma diferente al nuestro; pronto nos percatamos que estábamos en medio de un ritual y que esos nativos adoraban al lago, nos quedamos asombradas, era de noche y habían fogatas alrededor; nosotras éramos el centro de atención. Xena miraba a todos lados, cuando en eso mirando al cielo me dijo: Esto es extraño Gabrielle, mira, las constelaciones son diferentes a las que solíamos ver juntas.... yo le pregunté: ¿Crees que estemos muertas?, porque lo último que recuerdo es nuestra crucifixión....¿acaso no hemos encontrado el camino a la eternidad?. Xena me dijo: no lo sé Gabrielle... sólo sé que estamos muy lejos de casa....
De pronto todos los nativos dejaron de orar, estaban en silencio absoluto, fue entonces que Xena se puso delante de mí tratando de protegerme pues se percató que uno de ellos se acercaba a nosotros... él llevaba un báculo de oro tallado en forma de serpiente, estaba vestido con una túnica rara, en el centro tenía el dibujo del sol....se diferenciaba de los demás pues tenía joyas de oro en el cuello, en sus orejas y una corona en forma de sol....
Xena dijo: Ares? ¿Qué estás haciendo aquí?.....
Yo también quedé asombrada, y le dije: mira Ares, no sé cómo llegamos hasta aquí pero sí de algo estoy segura es que no necesitamos de tu ayuda.....
El nos miró y nos dijo ¿Ares?, mi nombre es Naylamp y soy el gobernador de toda esta gente....¿quién es Ares?, nos preguntó, y las dos a coro le dijimos Tú!, Tú eres Ares, el Dios de la guerra, pero el nos refutó diciéndonos: que no conocía a ese dios y nos dijo Nuestros dioses son el sol y la luna, nuestros padres, pero también están otros dioses como el lago, la tierra, el cielo, las montañas.... nuestros dioses nos han enviado una señal, ustedes son las elegidas, a propósito como se llaman?
Xena dijo en voz alta: Oh, grandioso!!, ahora ni siquiera tenemos los mismos dioses!... yo la sujeté de la mano y le dije Xena, deja que yo me encargue de esto ella me miró y haciendo un gesto, me dejó hablar.
Naylamp, mi nombre es Gabrielle y ella es Xena mi mejor amiga y creo que ha habido una equivocación, nosotras no somos las elegidas... Xena me interrumpió diciendo así es, así que nos vamos Gabrielle apresúrate!!
Naylamp dijo: Bienvenidas Xena y Gabrielle, les contaré porqué ustedes son las elegidas....la otra noche en sueños mis dioses se manifestaron y me dijeron que estábamos en peligro pues una tribu nos iba a atacar, deben salir de ese lugar y encontrar una ciudadela donde por fin vivirán en paz, lejos de los Nazca... nosotros les enviaremos ayuda, dos personas emergerán del lago.. ellas los ayudarán a encontrar la ciudadela escondida.
Yo les dije: ¿Nazcas? Así se llama la tribu? Nunca hemos escuchado de ellos verdad Xena?
Xena: Tienes razón Gabrielle.
Naylamp: Los Nazcas quieren conquistar todo este territorio, son muy ambiciosos y buenos guerreros, para demostrar su superioridad al final de cada batalla cuelgan la cabeza de sus enemigos en su cintura...mi pueblo no es gente guerrera y como solo tenemos un pequeño ejército, ustedes nos ayudarán... puedo recompensarlas con lo que ustedes quieran, oro, joyas..... Xena lo interrumpiío y le dijo ¡no estamos interesadas en eso!!
Gabrielle: Xena, ya lo escuchaste... él dice que estamos destinadas a ayudarlos, no te haz preguntado por qué estamos aquí, es un milagro que estemos vivas, quizás si los ayudamos, nosotros regresemos a Grecia...
Xena: Pero Gabrielle....
Gabrielle: Xena, él no es Ares, aunque se parezca mucho a él....pero confío en él, hay que ayudarlos, a lo mejor ellos también nos pueden ayudar a volver a Grecia....
Xena: no sé por qué discuto contigo, siempre logras convencerme..... Naylamp, los ayudaremos a encontrar esa ciudadela, donde quiera que esté, sólo si ustedes nos ayudan a volver a Grecia...
Naylamp: se lo agradecemos...¿Grecia?, sólo sé que esa ciudad está al otro lado del continente.... deben ir por el mar, haré todo lo posible por ayudarlas, quizás mis dioses tengan la respuesta.
Y así fue que Xena y yo nos enrumbamos en una nueva aventura....caminamos por largos senderos, estábamos en un lugar lleno de bosques, lagos, lagunas y montañas.... pero no llegábamos a la ciudadela.
Xena quería saber más acerca de los nazcas así que decidió espiarlos pues estaban cerca; le pidió a Naylamp un caballo para ir a la cima de una montaña. Naylamp nos respondió: Aquí no existen los caballos, nosotros sólo caminamos....Xena y yo quedamos asombradas ¿No hay caballos?.... Luego Xena me dijo: Gabrielle, tendremos que llevar a estas personas a la montaña más alta, aquí corremos peligro, y más si no podemos observar a los Nazcas....ya está anocheciendo.
Yo le dije: entonces esperemos aquí, ellos también harán lo mismo, no se van a mover hasta que amanezca y no creo que sea necesario hacer fogatas, el resplandor de la luna nos da suficiente luz, así no nos encontrarán, no crees?.
Xena sonrió y me dijo: Tienes toda la razón, no sé que haría sin tí.... Naylamp, acamparemos aquí y no enciendan fogatas si no quieren ser el blanco de los nazcas.
Ya cuando Xena y yo estábamos dispuestas a dormir quedé mirando al cielo estaba lleno de estrellas, parecían que estaban tan cerca... pero ninguna me era familiar..... Xena me dijo ¿no puedes dormir verdad?
Yo le respondí: no Xena, tienes razón, este lugar está muy lejos de Grecia ni las estrellas son las mismas.
Xena me dijo: Cálmate Gabrielle, hallaré el camino para volver a casa....ahora duérmete.
Al día siguiente, Xena estaba caminando de un lado a otro tratando de idear un plan, Xena le preguntó a Naylamp si sabía algo de la ciudadela escondida, él le relató lo siguiente: La ciudadela escondida es una leyenda antigua, se dice que es un lugar inmenso, rodeado de lagunas y montañas con gran vegetación, podría ser cualquiera de estos lugares, pero se diferencia de los demás porque posee cierta misticidad, atrae a las personas, se dice que la gente que fue atraída hacia esa ciudad, nunca más regresó... cuentan que se encuentra en un lugar donde se unen tres montañas en cuyas faldas se encuentra un altar donde el sol dirige sus rayos al amanecer... eso es todo lo que sé de la ciudadela escondida.
Xena y yo nos quedamos pensando... yo le dije Xena, puedo hablar contigo? ..... Nos disculpan un momento, dijo Xena... nos fuimos a un lado y le dije: Xena, estoy empezando a dudar de la leyenda, no sé cómo vamos a encontrar ese lugar.
Xena me dijo: Gabrielle, tú siempre creíste en los mitos y leyendas... espero que no desconfíes ahora, estabas tan empeñada en ayudarlos, ahora no podemos darnos por vencidas. Mira Gabrielle, ya está amaneciendo.
Fue entonces que levanté la mirada al cielo y vimos cómo los rayos del sol se dirigían a un solo lugar: una gran montaña acompañada de otras dos más pequeñas, Naylamp ves eso?, él nos respondió que no, por eso ustedes son las elegidas, son las únicas que podían encontrar el lugar... nadie más puede ver esto.
Dirijámonos hacia esas montañas... dijo Xena, cruzamos bosques, ríos y lagunas, cada vez estábamos más cerca, así nos percatamos de que una fuerza indescriptible nos atraía hacia ese lugar, hasta que por fin llegamos.
Era una ciudadela hermosa, llena de flores y plantas y muchos animales... era una villa construida de piedra, el agua brotaba de unas fuentes de piedra, y en el centro de toda la ciudad estaba el altar. Tal como lo describían en la leyenda, las montañas rodeaban a toda la ciudadela por lo cual nadie podía ubicarla.
Naylamp dijo: es un regalo de los dioses! Así que en agradecimiento a ellos y a Xena y Gabrielle haremos una gran celebración.
Ya en la celebración Xena y yo nos divertíamos viendo todas las danzas y los rituales que la hacían a sus dioses el sol y la luna, fue cuando Xena me dijo que esperara un momento y se acercó a Naylamp diciéndole que recordara que él nos ayudaría a regresar a casa, Naylamp le respondió, Sí Xena, no lo he olvidado, mientras dormía los dioses me dijeron que las estrellas les señalarían el camino, bueno, entonces esperaremos a que obscurezca le dijo Xena.
Naylamp le dijo a Xena: gracias a ti y a Gabrielle hemos encontrado un lugar donde vivir por fin en paz... pero cómo llamaremos a esta ciudad, le podemos poner Xena o Gabrielle o....
No!, le dijo Xena y me llamó... Gabrielle!!, acércate, me dijo, ¿qué nombre le pondrías a este lugar? Yo pensé y le dije pues, me gustaría que se llamase La Gran Montaña...pues así será dijo Naylamp se llamará LA GRAN MONTAÑA, MACHU PICCHU en mi lenguaje.
Ambas seguíamos disfrutando del espectáculo cuando en eso todo el cielo se iluminó las estrellas formaban un gran camino en el cielo, Naylamp se despidió de nosotros y nos dio un obsequio, este pergamino está hecho de hilos de oro, espero que les agrade... Xena me lo dio y me dijo, aquí podrás relatar esta historia.
Sí, le dije y al fin volveremos a casa! Así concluyó una nueva aventura al lado de Xena.
Afrodita contenta con el relato decidió devolver todos los pergaminos pero a su modo. Era de noche cuando Xena despertó y dijo Gabrielle, despierta, mira! A su alrededor flotaban muchas estrellas que señalaban un camino hasta un altar, se levantaron y siguieron a las estrellas y vieron que en el altar estaban todos los pergaminos de Gabrielle, ¿qué hacen aquí mis pergaminos? Xena le dijo, quizás se te extraviaron o alguien te quizo jugar una broma... pero no fui yo!
Que raro dijo Gabrielle...
Xena: bueno te ayudaré a ponerlos en tu bolso
Ambas tomaron los pergaminos y se fueron a descansar, sin saber lo que había ocurrido...
¡FIN!
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